divendres, 17 d’octubre del 2014

Sexualidad o gusto

Leyendo sobre la 'asexualizacion' de los cuerpos (enfermxs, con diversidad funcional, perceptual, mental), me pongo nerviosa porque sigo viendo como muchxs intentamos luchar por estar 'dentro' de lo que la norma dicta sobre que cuerpos/practicas son sexuales y cuales no. 


A las que transitamos por el cancer (de mama), nos ofrecen tetas nuevas, aceites y tratamientos para recuperar la fluidez vaginal... Y a menudo nos damos de ostias contra la pared. Esos aceites no son mi flujo y estas tetas tampoco. Y las de antes, las que nos daban ese gusto, esas, ya no van a volver. SI, LO SIENTO: NO VAN A VOLVER.  


Esa sensacion de placer punzante al apretar mis pezones, que conecta las terminaciones nerviosas de mi pecho, mi calor, mis recuerdos, mis oidos... la piel que se eriza con esas presiones, esos mordiscos, esas palmadas, esos pellizcos...  

Esas, SI, lo siento. no van a volver.  

Aunque las imagino, las recuerdo y las encuentro si me aranhas la espalda, cuando lames el dedo gordo de mi pie, cuando me miras intensamente, cuando juguetona, me clavas el tenedor en el antebrazo, cuando pasas el cepillo de dientes por la nuca... 


Dandole la vuelta a una definicion que corre por ahi (Kim, 481) sobre 'asexualidad' reinterpreto lo que se concibe, mayormente como sexualidad: la presencia de interes sexual, una funcion biologica o social y una practica sexual interpersonal.

Yo me pregunto... y si empezamos a valorar como sexo todas esas practicas que nos producen placer y que queremos repetir? 


Solo con escribir esta entrada me he puesto cachonda. Siento la brisa que corre en el porche erizar mi piel, los sonidos de mi entorno parecen mas intensos e incluso disfruto de la sensacion de hambre que empiezo a tener, imaginando que me voy a comer la tortilla de patatas deliciosa que cocine anoche.. y el gustito que me voy a dar. Empiezo a salivar...

Asi, sin darme cuenta, escribiendo esta entrada, me excito. Excito todos los sentidos de mi cuerpo/mente.

 Y quien dicta que esto no es sexualidad?

Siguiendo la definicion de sexualidad... no es que tuviera un interes sexual mas alla de repensar/compartir mis quebraderos de cabeza sobre el tema, y bueno, no sabria decir si estoy cumpliendo alguna funcion biologica o social (si con ello se refieren a la reproduccion, esta claro que no... - a no ser que la reproduccion de ideas 'se valga'. vale?). En relacion a la practica interpersonal, pues bueno, si.. a traves de la escritura con mis amigxs imaginarixs. Aunque creo que tampoco se refieren a esto. 

Me molesta que me incluyan o rechacen dentro de categorias (deseable/ deseante) y dictaminen sobre mis placeres, nombrandolos, regulandolos (esto si cuenta, y es licitio, esto no cuenta, ademas es horrendo y desviado) y por eso escribo esta entrada. Es un llamado a ocupar nuestros gustos y placeres. A alejarnos de practicas identitarias que definen nuestros cuerpos/practicas cuando no nos sirvan.

Mas que luchar por retomar nuestras posiciones como sujetos deseables/deseantes, retomemos el DESEO. Nuestros gustitos son Sexuales (lo quieran/crean o no). son nuestros, nos dan placer y no se yo vosotrxs.. pero a mi me da la vida...

Reinventemos la sexualidad, ocupemos el placer y el gusto! 

(y quien quiera tetas nuevas, que se las ponga, tambien) ;) 


dijous, 22 de maig del 2014

Escuchar el vacío

Hoy se me mezclan los mundos más que nunca y escribo para desbloquear una sensación extraña que se me ha metido en el cuerpo.

La carne me habla de dolores propios y ajenos mientras me siento a una mesa a pensar y charlar sobre los vacíos del cáncer. Hoy vino Lochlann Jain, la autora de 'Malignant. How cancer becomes US' a compartir su proceso de escribir el libro. Navega entre los distintos discursos legales, médicos, personales y culturales en Estados Unidos que intentan etiquetar lo desconocido. Historias que buscan fijarlo con estadísticas, cifras, pronósticos o narrativas de 'supervivientes' mientras seguimos sin afrontar lo único que sabemos: Nadie sabe qué es el cáncer, ni de dónde viene, ni porqué.

--ni cuántos años viviremos, ni si volverá, ni qué lo causó, ni qué productos nos intoxican, ni cómo reinvertar nuestras vidas, ni cómo afrontar las marcas invisibles del cáncer; todas esas pérdidas que nunca reconocimos como tales-

Mientras no afrontemos la incertidumbre y la nombremos como tal, otros lo harán por nosotras, ajustando las historias a sus intereses: Avon a sus campañas promocionales, las farmacéuticas a sus inversiones en investigación, las aseguradoras y los gobiernos a sus cálculos 'coste-beneficio', la industria de investigación bio-genética a su producción de 'conocimiento', los médicos a cubrir su inseguridad profesional.

Mientras tanto, son nuestros cuerpos quienes habitan este entramado de vacíos-rellenados que nos pesan. Vacíos llenados de historias que nos sujetan, a lo normativo, a los intereses económicos y políticos, a lo que ya no va a volver, a lo que nunca debió de estar.

La incertidumbre nos hace vulnerables, pero reconocer la vulnerabilidad nos permite escuchar a nuestros cuerpos y sus vacíos. Los huequitos que duelen, dan miedo, pesan y abren posibilidades para reinventar.

Supongo que esto es lo que mi cuerpo hace hoy... escuchar el vacío.








diumenge, 9 de març del 2014

Pues te veo muy bien


Si me lo vuelves a decir, me dejas de ver.

Abril 2012.
Estoy harta de que me miren constantemente, quiero 'pasar', no tener que enfrentarme cada instante a la marca de la enfermedad. Y a la vez, me repatea el hígado que me traten como si aquí no pasara nada.
- no, en serio, se te ve muy bien- 

Porque, P O R Q U E (!!!!) pretenden que aquí no pasa nada?


Hay un cáncer y la muerte acecha. Es innegable (ni que quisiera, podría).

Aunque lo más jodido, es que hay un sistema normalizante y capacitista que considera que los cuerpos 'distintos' (enfermos, lisiados) son inferiores a los 'normales'. Un sistema que juzga y evalúa la vida de las personas, su 'humanidad' y su posición en el escalafón social en función de su apariencia física (belleza, salud, raza, 'pintas')/capacidad de producir beneficios.

El complejo 'pues-yo-te-veo-bien' es un síntoma más de la paradoja que les crea a amigxs-familiares-conocidxs verte enferma. Enfermedad es lacra social (castigo divino, algo por solucionar en tu vida, una mala gestión de tus emociones, fumaste durante demasiado tiempo) pero tu no, tu eres muy válida -y a ti te veo bien.

Mientras se dan la píldora evitan cuestionar qué significa que me vean mal.



dijous, 6 de febrer del 2014

4F Muerte y Mercado


Ayer fue 4F 

Un aniversario doblemente agrio que me hace pensar en el mercado de la vida y la muerte.

Llevo 2 días pensando en la muerte, en cáncer, en el mío, sobretodo, pero también en necropolítica y las vidas de los que valen y las vidas de las que no.


Estoy bien. 

De momento. 

No hay día que no me pase por la cabeza que el cáncer puede volver, - puede hacerlo- y entonces no me va a dejar seguir jugando. Lo digo porque no hay nada que celebrar del Día del Cáncer (por si alguien no lo había pillado). Y la única actitud que importa es la crítica frente a campañas rosas endulzadas y narcotizantes sobre la enfermedad. 





ESTO ES LO QUE LA MIERDA DE CAMPAÑAS del LAZO ROSA HAN CONSEGUIDO:

 
'I wish I had breast cancer' - Ojalá hubiera tenido cáncer de mama.


La campaña, en el fondo, está muy bien ideada, revela la lucha por los fondos en investigación y apela al sentido común ¿Quién no sabe que el cáncer de mama es hoy en día como una gripe? y que con suerte te sacas un pare de tetas nuevas por la seguridad social o te hacen un tratamiento de preservación de la maternidad para que puedas seguir trabajando cinco años más sin preocuparte?!
Por descontado, nadie se muere de cáncer de mama...

Mentira. Muchas nos morimos. Y nos seguiremos muriendo, pero vosotros no lo sabréis.
no lo sabréis porque seguiréis viendo lazos rosas y carreras multitudinarias. 


... aunque ojo: las campañas rosas solo son un aparato simbólico más del neoliberalismo ATROZ  que no puede mirar a la muerte a la cara;
que promueve belleza, salud e idiotez normativa a partes iguales;
que hace que olvidemos la muerte para que nuestras vidas sean más manejables -por ellos- ;
que se jacta de las vidas que salva -quién se pregunta de quién son esas vidas? de dónde son esos 'sujetos', quiénes se pueden pagar un estudio genético y una reconstrucción mamaria bilateral para que el resto del mundo las admiremos por su fortaleza y valentía?)

y que deja morir (y mata) a quienes no le interesan-interesamos.

Eso sí, que no se vea.


Este sistema que consigue que la vida y la muerte se mida en sujetos-cuerpos-cánceres de primera, de segunda o de tercera... y nosotrxs, mientras, nos olvidamos de la muerte y caemos de cuatro patas..


dijous, 16 de gener del 2014

Mirar a los ojos de la muerte

Se ha liado en la USA... unos columnistas critican a una mujer que ha decidido exponer intensamente (blog y twiter) su proceso de tratamiento y vida durante la fase 4 (metástasis) de su cáncer de pecho.

La acusan de abusar de tratamientos médicos cuando ya está 'desahuciada', de sacar beneficio personal de su posición como persona pública. Cuestionan su insistencia por vivir (y los costes médicos que ello comporta) y la comparan con la decisión heroica (y más barata) de morir plácidamente. Opinan que su omnipresencia en la red le ha dado sentido y control a su vida y que le sirve a ella como 'auto-medicación' y al hospital como fuente de ingresos para la investigación.

Más allá de estas cuestiones, y de la obscenidad de que unos periodistas decidan juzgar lo que una persona decide hacer con su vida y su muerte, se me plantea otra cuestión:

Las narrativas rosas del cáncer esconden las realidades de las personas que viven procesos terminales. Ellas, las que transitan entre la vida y la muerte, nos confrontan con nuestros propios miedos.

La vulnerabilidad y la muerte nos aterran y la performatividad de la vida en el abismo- el acecho de la inmediatez de la muerte- son procesos, claramente, demasiado intensos para presenciar.  Nuestros cuerpos y emociones se intensifican con el miedo, se retuercen, gimen, gruñen. Una orgía de vida y de muerte. 


Vamos a seguir apartando la mirada?









Aquí algunos artículos que han aparecido esta semana sobre el tema: