dijous, 22 de maig del 2014

Escuchar el vacío

Hoy se me mezclan los mundos más que nunca y escribo para desbloquear una sensación extraña que se me ha metido en el cuerpo.

La carne me habla de dolores propios y ajenos mientras me siento a una mesa a pensar y charlar sobre los vacíos del cáncer. Hoy vino Lochlann Jain, la autora de 'Malignant. How cancer becomes US' a compartir su proceso de escribir el libro. Navega entre los distintos discursos legales, médicos, personales y culturales en Estados Unidos que intentan etiquetar lo desconocido. Historias que buscan fijarlo con estadísticas, cifras, pronósticos o narrativas de 'supervivientes' mientras seguimos sin afrontar lo único que sabemos: Nadie sabe qué es el cáncer, ni de dónde viene, ni porqué.

--ni cuántos años viviremos, ni si volverá, ni qué lo causó, ni qué productos nos intoxican, ni cómo reinvertar nuestras vidas, ni cómo afrontar las marcas invisibles del cáncer; todas esas pérdidas que nunca reconocimos como tales-

Mientras no afrontemos la incertidumbre y la nombremos como tal, otros lo harán por nosotras, ajustando las historias a sus intereses: Avon a sus campañas promocionales, las farmacéuticas a sus inversiones en investigación, las aseguradoras y los gobiernos a sus cálculos 'coste-beneficio', la industria de investigación bio-genética a su producción de 'conocimiento', los médicos a cubrir su inseguridad profesional.

Mientras tanto, son nuestros cuerpos quienes habitan este entramado de vacíos-rellenados que nos pesan. Vacíos llenados de historias que nos sujetan, a lo normativo, a los intereses económicos y políticos, a lo que ya no va a volver, a lo que nunca debió de estar.

La incertidumbre nos hace vulnerables, pero reconocer la vulnerabilidad nos permite escuchar a nuestros cuerpos y sus vacíos. Los huequitos que duelen, dan miedo, pesan y abren posibilidades para reinventar.

Supongo que esto es lo que mi cuerpo hace hoy... escuchar el vacío.